Toque valioso
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Toque valioso

TOQUE MILAGROSO Nacida en un barrio humilde de Ilhéus, Renata França jamás pensó que un día sería considerada una de las exponentes mundiales en masaje y una de las empresarias más exitosas de Brasil. La trayectoria de la baiana Renata França es digna de respeto. Desde niña soñaba con ser periodista hasta que un día, ayudando a su madre en el pequeño salón de belleza montado en casa, descubrió su talento - el de trabajar en el ámbito de la belleza. Con mucho esfuerzo y determinación, venció y superó cada uno de los obstáculos, paradigmas y prejuicios que surgieron en su camino. Y fue más allá: creó el famoso Miracle Touch, primer componente de un método propio, reconocido internacionalmente. Un caso de éxito, un ejemplo de profesionalismo y de mujer. Tu historia se confunde con la de muchos que vienen de una familia humilde, ¿Cómo era la Renata de Ilhéus, que soñaba en grande? Ah, yo soñaba en grande de verdad. Desde muy joven, quería ser presentadora del Fantástico y mis ojos brillaban cuando la vinheta anunciaba que el programa iba a comenzar. Por eso, comencé a ayudar a mi madre en el salón de belleza que montó, dentro de casa mismo, para juntar dinero y presentarme al examen de ingreso para periodismo. La vida me presentaría otros planes, pero siempre soñé alto. Parece que una señora reconoció tu talento y te dio una oportunidad. ¿Fue el empujón que faltaba? Sí, esa señora trabajaba en un renombrado spa francés, y recuerdo, como si fuera hoy, cuando elogió el toque de mis manos, mientras lavaba su cabello. Me sorprendió cuando me preguntaron si me gustaría trabajar con masaje. Dudé un poco para responder... Pero ese empujón que mencionas en la pregunta vino del sueño de hacer periodismo. Poco sabía yo que poco tiempo después me enamoraría del masaje. ¿Te asustó venir a São Paulo? ¿Cuántos años tenías y cómo fueron tus inicios en la metrópoli? Tenía 22 años cuando decidí intentar la vida en São Paulo. Desembarqué en el Terminal Tietê, después de dos días de viaje en autobús, con mi hermana Temilla y 157 reales en el bolsillo. Fuimos recibidas por un tío y pasamos a vivir en una sala de una escuela de música. Fueron días difíciles, de mucha precariedad. Dormíamos en el suelo, sobre un edredón, y nos calentábamos con un secador de pelo en un año de temperaturas muy bajas - especialmente para quien vivía en Ilhéus, ciudad que, en la sombra, hace 40 grados. Esa fase exigió mucha fuerza de voluntad, persistencia y resiliencia. Pero nunca pensamos en rendirnos. Sabíamos que Dios estaba con nosotros, a pesar de las dificultades. ¿Cuándo sentiste que podías ofrecer algo diferente de los métodos estéticos tradicionales? En realidad, la demora que los tratamientos estéticos convencionales tardaban en mostrar resultados - cerca de 10 sesiones - era algo que me inquietaba demasiado. Después de algunos años de experiencia en masaje, ya sabía lo que realmente funcionaba. Y fue juntando mi experiencia como masajista y la dedicación a los estudios en anatomía y fisiología que desarrollé mi método de masaje. Mi técnica es considerada revolucionaria porque permite resultados ya en la primera sesión. En los primeros minutos, de hecho. ¡Eso es realmente increíble! ¿Cuáles serían los otros diferenciales de tu método en relación con los demás? Son varios factores. Mi método posee ritmo, bombeo y deslizamiento completamente diferentes de los convencionales. Además, la presión que empleo es más firme, contrariando vehementemente lo que el mercado siempre predicó. Y estos diferenciales valen para todos mis seis protocolos, desde el Drenaje Linfático hasta el Miracle Touch, considerado el más famoso. ¿Atender a Taís Araújo fue tu segundo empujón en la carrera? Tenía una agenda llena de clientes, y atendí a Taís, la primera vez, a las 5 de la mañana, por ser el único horario disponible. Recuerdo que, en ese momento, ella sería portada de una revista y quedó impresionada con el resultado de mi masaje. Según ella, había hecho un "milagro". ¡Eso fue un gran regalo para mí! Y como no podría ser de otra manera, allí nació mi amor y mi cariño por ella, algo que llevo hasta hoy. Fue un encuentro para toda la vida.
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